En esta segunda colección, nos situamos en la época del romanticismo, donde nace un movimiento en el que el sentimiento es más valioso que la razón. La melancolía, la nostalgia y el dramatismo fueron las características de aquella época.
Esto lleva al romántico a evadirse de sus circunstancias imaginando épocas pasadas y escenarios exóticos como la antigua Arabia.
La silueta que defino es entallada en cintura, aludiendo a la personalidad de los románticos.
Los cortes en general son diagonales.
En cuanto a colores, los principales son el blanco lirio, y para meterle el dramatismo que el tema requiere, tiene como contraste colores muy vivos que, pasando por todos los tonos desde el rosa hasta el Burdeos.
Los turbantes son el complemento que refleja los escenarios exóticos en los que se inspiraban los novelistas románticos. Los tejidos más utilizados son el crepe satén y el algodón.